Designación
de Pilotaje
(Jaime Barrientos Proboste - Capitán de Alta Mar)
La tarde del último día de
Setiembre de 2013 estaba agradable para trabajar en rutinarias tareas
domésticas de desmalezado del patio trasero de mi casa, mis manos enguantadas que
sostenían el mango de una pala se detuvieron en su accionar para contestar una
llamada telefónica. Al otro lado de la línea, desde la Oficina de Pilotaje de
Directemar, la voz de la señora Delia se hizo oír y dijo: “Capitán Barrientos,
buenas tardes. Le llamo para decirle que está designado para pilotear la
Motonave “Don Frane Bulic” de 24,33 toneladas de registro grueso y de una
eslora de 188 metros. La nave zarpará de Valparaíso el día 2 de Octubre a las
10:00 horas y su colega es el Comandante Nelson Gepp. Los demás datos están en
su correo electrónico.” Luego de eso, nos despedimos y ella terminó la llamada.
Una vez concluida mi
jornada de trabajo removiendo hierbas que crecen y crecen sin que nadie las
haya sembrado ni deseado, fui a mi computador y verifiqué lo que se me había
comunicado respecto al próximo pilotaje a realizar. Busqué los datos de la nave
en el sitio web de “Marine Traffic” y observé que se trataba de una nave
“antigua”, de 17 años sirviendo en el transporte marítimo, quien sabe para
cuantos armadores y arrendadores (charteadores). Con esa información, era fácil
de prever un viaje más largo de lo usual debido al tipo de nave y velocidad a
desarrollar según los datos leídos.
Al día siguiente, Nelson
me preguntó si me alojaría en el Hotel “Faro Evangelistas” de Punta Arenas,
pues estaba coordinando nuestro hospedaje en dicha ciudad una vez terminado el
pilotaje por realizar en los días siguientes. Le contesté que me alojaría en otro
lugar, agradeciendo su gentileza y preocupación al respecto. También acordamos
a quien llamaríamos para que nos trasladase desde nuestros domicilios hacia el
“Muelle Prat” de Valparaíso en el inicio de un nuevo viaje de trabajo a la zona
sur de nuestro país.
La tarde del día 2 de
Octubre ya estaba menos iluminada por el sol cuando llegó a la puerta de mi
casa el vehículo de “Oceanic”. Su conductor se bajó, nos saludamos y cargó mi
maleta en el baúl de un bien cuidado SM5. Saludé a Nelson –quien ya estaba a
bordo del vehículo- y partimos hacia el puerto donde llegamos al cabo de 25
minutos de viaje entre el barrio de Miraflores Alto y el puerto de Valparaíso. Bajamos
del lustroso auto y nos dirigimos a la Capitanía de Puerto para firmar el
“Libro de Embarco/Desembarco de Prácticos de Canales”. Luego, de despedirnos
del cabo de guardia nos aproximamos al embarcadero. El patrón de la lancha ya
nos había divisado, porque una vez que el conductor que nos transportó y bajó nuestro
equipaje, la embarcación se puso en movimiento para recogernos.
Era una noche fría –lo
cual no es usual en Octubre- y el viento reinante era de poca intensidad. Los
marineros de la lancha subieron nuestro equipaje a la pequeña embarcación y el
patrón comenzó a maniobrar para dejar “la poza”, de manera que poco a poco
fuimos navegando al encuentro del buque que ya estaba próximo a llegar a la zona
de “transferencia de prácticos”. Un área dentro de la bahía pero fuera de los
límites del puerto.
La “escala de práctico” -hecha
de cuerdas y peldaños de madera en conformidad a la reglamentación marítima
internacional- estaba instalada por la banda de babor del buque granelero, de
manera que una vez que la lancha estuvo apegada a su casco y en la posición
adecuada para nuestro embarco, nos colgamos de ella subiendo hacia la cubierta
principal de la nave. Pocos minutos pasaron y ya estábamos en el “Puente de
Gobierno” saludando al Capitán Popovic, al Oficial de guardia y al Timonel. Los
croatas nos recibieron amablemente ofreciéndonos una taza de café, al mismo
tiempo, Nelson iniciaba una conversación con el Capitán acerca de nuestro
trabajo a desarrollar en los días por venir. Mientras tanto, el camarero, de
apellido Mihovilovic, un hombre atento y vestido con traje acorde a su función,
tomó mi maleta y la llevó al Camarote de Práctico (Pilot Cabin) la cual se
ubicaba justo detrás del Puente de Gobierno. Dos cuartos pequeños, con baño
privado y debidamente aseados, nos acogerían a Nelson y a mí durante poco más
de 5 días de permanencia a bordo. Los espacios de habitabilidad asignados
estaban de acuerdo a los requerimientos de carácter sanitario y estado general
de habitabilidad que la autoridad marítima chilena ha dispuesto en esta materia
y aplicado al uso de los Prácticos. A modo de ilustración en detalle del asunto
de los camarotes a ocupar por cada uno de nosotros, cabe hacer el comentario
que es tradición efectuar el sorteo de camarote y guardia a realizar por cada
uno de nosotros, mediante el acto de lanzar una moneda al aire y escoger “cara
o sello”. El que acierta el lado de la moneda al caer al piso o palma de la mano,
le corresponde el camarote que se ubica en la cubierta superior, a proa o
estribor de un pasillo dentro de los espacios donde se ubica la tripulación de
una nave.
Camarero Mihovilovic y Práctico De Canales Jaime Barrientos Proboste
Las luces de Valparaíso se
divisaban a lo lejos por la aleta de babor (parte posterior izquierda de la
nave), cuando Nelson y yo abandonamos el Puente de Gobierno para ir a dormir y
esperar el momento de inicio de nuestro trabajo en el acceso occidental del
Canal Chacao. Este comenzaría casi dos días después de habernos embarcado,
debido a que por razones operativas y comerciales, algunos armadores u
operadores de los buques que requieren el servicio de pilotaje, prefieren tomar
los Prácticos en puertos que se ubican al norte de la zona de canales. El
desmembramiento de nuestra “loca geografía” se inicia -por el norte de nuestro
país- en el Canal Chacao y se extiende hasta el Cabo de Hornos como también
hasta la Boca Oriental del Estrecho de Magallanes, allí donde los buques se
dirigen o provienen del Océano Atlántico.
El Capitán Popovic y cada
uno de los tripulantes del buque de propiedad del estado croata, derrochaban
amabilidad y buen sentido del humor de modo que el viaje se desarrolló en un
ambiente ameno y de camaradería. Varios de ellos eran hombres aficionados a la
pesca con anzuelo y arpón, tema que fue recurrente en las conversaciones en el
Puente de Gobierno y comedor. Tanta es la pasión por esa actividad, que
requirieron a la agencia de naves que les representaba en su tránsito por
Chile, que les proveyesen de aparejos de pesca por medio de la lancha que efectuaría
nuestro desembarco en la Bahía Posesión, al término de nuestro trabajo. El
capitán quería asegurarse de tener el equipo de pesca necesario para enfrentar
los casi 30 días que deberían esperar en la rada del puerto de Aratú, Brasil,
antes de comenzar la descarga de las bodegas que contenían fertilizantes
procedentes del norte de Chile.
Capitán Popovic – MV Don Frane
Bulic (2do. De izquierda a derecha)
Finalmente, al cabo de
poco más de 1000 millas de navegación de canales y el estrecho de Magallanes,
la Lancha de Prácticos “Choique” se acercó al “Don Frane Bulic”. Una vez que
ambas naves se encontraron con sus cascos apegados (abarloadas) y desplazándose
a 10 nudos de velocidad, desembarcamos y nos dirigimos a Punta Delgada, lugar
donde se encuentra la Capitanía de Puerto de tal lugar y zona de cruce de
transbordadores que unen la Isla Grande de Tierra del Fuego con el continente.
Lancha de Prácticos “Choique”
– Playa Punta Delgada / Estrecho de Magallanes
Ya instalada una
plataforma que permite el embarco o desembarco de la lancha, pisamos la playa.
El crujir de los guijarros y arena bajo
nuestros zapatos se confundía con el ruido del mar y el viento. Posteriormente,
habiendo registrado nuestras firmas en un documento de la Capitanía, abordamos
vehículo que nos llevaría hacia Punta Arenas, distante 170 kilómetros de ese
lugar.
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