Strait of Magellan & Chilean Fjords
miércoles, 28 de marzo de 2012
Puerto Edén
PUERTO EDÉN - PATAGONIA - CHILE
Puerto Edén 2011- Sector occidental- Escuela G-6 (Techo rojo)
Poblado de pescadores que tuve la ocasión de conocer en los incios de mi vida laboral y profesional. En esa época -año 1976- todavía se efectuaba trueque de mercancías en dicha localidad ubicada en un sector de la isla Wellington dentro de la Región de Ultima Esperanza.
La gente de la Villa, en la actualidad sigue desarrollando actividades laborales en torno a la pesca y recolección de mariscos, dentro de los cuales destacan sus "cholgas ahumadas" las cuales se comercializan con éxito en los mercados de Puerto Montt, Puerto Natales y Punta Arenas. Otro tanto de los productos alcanzan los mercados de la VII Región aunque en menor cantidad.
Durante el año 2011, se dio término a la construcción de una rampa de similares características a las que se observan en Pargua y Chacao (Continente e Isla Grande de Chiloé respectivamente) como parte del programa de gobierno, para mejorar la conectividad de zonas apartadas de los grandes centros urbanos de nuestro país.
Destaca dentro de las casas que cobijan a los pobladores de tan particular lugar de nuestro país, la Escuela Pública y la Capitanía de Puerto. La primera sirve además para llevar a cabo diversas actividades socioculturales de los habitantes y la segunda ejerce -entre otras funciones- el Control de Tráfico Marítimo de la zona.
Puerto Edén tiene como poblado más próximo, hacia el norte, la localidad de Caleta Tortel y por el sur, Puerto Natales. Es en esta ciudad donde los residentes de logran acceder a servicios como: atención médica, materiales de construcción, alimentos, etc. Cabe señalar también que, la necesaria conectividad con otro centro urbano de importancia se logra por medio del servicio regular de transporte que presta desde varios años a la fecha, la compañia naviera -perteneciente al holding Nisa Navegación S.A.- Naviera Magallanes (Navimag), cuyo nombre traspasa nuestras fronteras por los innumerables turistas extranjeros que buscan cada año un espacio en sus acomodacines para navegar hacia Puerto Natales zarpando desde Puerto Montt. La duración del viaje alcanza tres días de navegación donde se observarán parajes de belleza excepcional ubicados en los archipiélagos de Chiloé, Chonos, Golfo de Penas y Canales Patagónicos.
Cuando se está en Puerto Edén, que dicho sea de paso, se encuentra dentro del Parque Nacional Bernardo O´Higgins, normalmente se experimentan bajas temperaturas dada su cercanía con el Glaciar Almirante Montt cuya gran masa de hielo es parte de "Campo de Hielos Sur" y los cerros aledaños que permanecen con nieve practicamente todo el año. Es de señalar como aspecto importante a retener en la memoria, que casi en la misma latitud en que se encuentra el poblado de mariscadores, se encuentra el Ventisquero Pío XI siendo este el que posee el mayor frente de hielo que cae al fiordo del mismo nonbre en toda la patagonia.
Pilotaje en Motonave Corral
Pilotaje en “MN Corral”
(Time Charter - Arriendo por Tiempo - Transmares Ltda.)
La llegada a Punta
Arenas fue con una antelación más allá de lo usual, de modo que la ciudad
estuvo a nuestra disposición por poco más de un día lo que permitió visitar algunos
amigos allí.
Por la tarde del día
Lunes y habiendo contactado a gente del Departamento de
Operaciones de
Ultramar, para confirmar la llegada de la nave a la zona de pilotaje, salimos
de Punta Arenas con dirección a Punta Delgada -distante 170 kilómetros al
noreste- en el vehículo acostumbrado conducido por don Rubén. La ruta ya estaba
casi oscura luego de terminado el crepúsculo solar, aún así, la pampa magallánica mostraba sus contornos
bajo la tenue luz de las estrellas y la luna que a su vez se dejaba ver en toda
su redondez. Mientras avanzábamos lo
hacíamos en medio de un tráfico de vehículos de mediana intensidad, no exenta de
riesgos por causa de algunos motorizados que circulan excediendo los límites de
velocidad establecidos y sin mayor control de la autoridad competente.
Afortunadamente la escarcha y nieve no estaban presentes esa noche, lo cual
indudablemente hace del viaje tanto a fines del otoño como en meses invernales,
uno en que la velocidad de los rodados debe ser lenta y controlada.
La Capitanía de Puerto
de Punta Delgada –lugar donde se encuentra la Estación de Prácticos del área- nos
recibió con una condición de tiempo donde el viento soplaba con poca
intensidad, raro si tenemos en cuenta que es la Patagonia austral, donde Eolo se hace notar la
mayor parte del año.
Después de una cena
liviana, una buena cama se constituyó en la mejor opción para el descanso
previo al embarco -normalmente en un horario que no corresponde al diurno- para
enfrentar la tarea de pilotaje. El cielo continuaba mostrando su esplendor
reafirmando la grandeza de la Creación.
Los conocidos marinos
de la Lancha “Choique”, llegaron a la Capitanía de Puerto para recoger nuestro
equipaje constituido por cartas náuticas, computador y las consabidas y
necesarias pilchas, más algunos confites y frutas en caso que la dieta a bordo
fuese muy distinta a lo que solemos comer. Como de costumbre, la amabilidad de
la tripulación de la “Choique” se hizo presente y el cocinero siempre bien
dispuesto, nos ofreció desayuno con pan amasado recién horneado, ¡que ganas de
llevarse algunos para el viaje! Mientras sorbíamos nuestra taza de té y los
bolos de carbohidratos producían gratos efectos en nuestro paladar, nos
sentíamos observados por don Albert Von Appen, quien estaba en una fotografía
en que luce su uniforme de capitán mercante y fue el fundador de empresas donde ambos prácticos de canales, en años
pasados, nos desempeñamos profesionalmente a bordo de buques que fueron parte
de la flota de Ultragas, el “Alpaca” y “Vicuña”.
Casi dos horas demoró
el viaje hacia Bahía Posesión – Estrecho de Magallanes, ubicada a unas 19
millas náuticas hacia el noreste de Punta Delgada. La corriente en contra se
hizo notar y una vez llegados al área de plataformas petroleras –hoy inactivas
después de varios años de trabajos de extracción de un recurso energético ya
extinto allí- el patrón de la Lancha de Prácticos maniobró para abarloarse a la
nave proveniente del Océano Atlántico.
El embarco se produjo
de manera rápida, ya que no hubo que subir por una larga “escala de prácticos” compuesta
por cabos y peldaños de dimensiones establecidas por la autoridad competente,
siendo los últimos de madera natural y sin pintar para evitar que sea
resbaladiza. La altura de la cubierta principal del carguero y la de la lancha no
diferían tanto, de modo que el trasbordo se produjo dando un solo paso,
mientras ambas naves se desplazaban paralelas y a velocidad moderada estando
pegados sus respectivos cascos de acero.
La llegada al Puente
de Gobierno del buque granelero fue en pocos minutos, ya que la nave es pequeña
y su “caserío” o superestructura no es alta. El capitán Sergey Goryunov, de
nacionalidad rusa, nos recibe gentilmente y luego del intercambio de
información pertinente a la navegación, tomamos control de ella dando inicio a
nuestra asesoría. De allí en adelante y luego de navegar una distancia de 1079
millas náuticas (1milla=1852 metros) compartiremos espacios de la nave por más
de 4 días, hasta llegar a la Bahía de Puerto Montt.
Iniciada la tarea de
pilotaje –conducción de la navegación en aguas interiores- ponemos proa al Faro
Dirección, punto notable al oeste de la gran Bahía Posesión, cercana a la Boca
Oriental del paso que une los océanos Atlántico y Pacífico donde el descubridor lituano de quien toma su
nombre, arribó el 1 de Noviembre del año 1520. Casi dos horas después estamos
de vuelta en la Primera Angostura, sector donde se encuentran las naves que transbordan un creciente número de vehículos
desde el continente hacia Tierra del Fuego y viceversa. Los primeros
exploradores le llamaron “Tierra de Humos” por causa de las fogatas que
encendían los primeros habitantes de la región conocidos como los Onas o Selknams.
Son los usuarios
argentinos los que más abundan en el mencionado paso, ya que las ciudades
costeras del atlántico como San Sebastián, Río Grande y Cullen sumadas a
Ushuaia, que se ubica en el extremo sur de la principal isla del archipiélago
fueguino, en la ribera norte de un sector del Canal Beagle, constituyen el
preciado mercado para la empresa chilena que presta el servicio de
transportarlos por vía marítima, contribuyendo a su permanente crecimiento y
desarrollo. El otro grupo que utiliza los ferries son los habitantes chilenos
de la isla, dividida en dos de sur a norte, quienes trabajan y hacen su vida en
las localidades de Cerro Sombrero, Porvenir, y algunas grandes Estancias
Ganaderas como Cameron. La enorme isla, es accesible también desde Punta Arenas
cruzando el Estrecho en un viaje aproximado de 3 horas –en su parte más ancha-
desde Tres Puentes hacia Bahía Chilota.
Más al sur, algún día,
el apartado Puerto Williams ubicado en la ribera meridional del Canal Beagle,
también contará con mayor conectividad, cuando exista el camino que una la
pequeña ciudad de Porvenir con Bahía Yendegaia y esta con Puerto Navarino. Mientras
tanto el Cuerpo Militar del Ejército abre camino, al igual que dieron forma a
la Carretera Austral en la X y XI regiones. Una barcaza que presta servicio de
transporte de carga y pasajeros entre Punta Arenas y el poblado que en 1953 fue
llamado Puerto Elisa, brinda un invaluable apoyo a esa comunidad, cubriendo la
ruta en casi 35 horas de navegación. La
población allí está compuesta por miembros de la Armada de Chile y civiles,
llegando a ser 2500 habitantes aproximadamente. Todos ellos se han atrevido a
vivir en una zona de bajas temperaturas pero generosa en recursos del mar y de potencial
enorme para desarrollar la actividad turística –hoy con mayor fuerza que
algunos años atrás- poniendo al alcance de muchos visitantes, los encantos
naturales de la inmensa Isla Navarino y más allá, hasta el Cabo de Hornos. Para
ello, los servicios públicos básicos están presentes como también un aeropuerto
que cuenta con servicios de transporte
aéreo desde y hacia la capital de la región.
El Estrecho de
Magallanes ya ha quedado atrás luego de casi 20 horas, los turnos de guardia de
5 horas y uno de 4 se suceden día y noche y ahora se abre ante nosotros la ruta
de los Canales Patagónicos, donde las nevadas montañas y sinuosos pasos
constituyen siempre una mezcla de atractivo y desafío. El Paso Shoal y el Canal
Gray son nuestros objetivos más cercanos.
Ahora es Jueves y amanece
en Puerto Edén. Estamos fondeados a la espera de la ausencia o disminución de
intensas corrientes presentes este día en la Angostura Inglesa. La fase de la
luna, que está plena, influye notoriamente en el flujo de las mareas. Llega la
hora y la nave se enfrenta al exigente paso, las boyas que marcan algunos
sectores de baja profundidad muestran que la corriente está presente aún y su
velocidad es casi de dos nudos hacia el sur, contraria a nuestra dirección pero
más gobernable. A media mañana había estado sobre los 5 nudos. El capitán
Goryunov sentado frente a uno de los radares, se levanta cuando observa el
rápido giro de la nave hacia estribor y mira la Isla Medio que está tan cerca,
casi de tocar sus árboles. El islote Clío por babor, un poco más distante. Ahora
habrá que “caer” o girar hacia babor, para sortear el bajo que indica la boya
“Caution Norte”, luego, una última caída en este paso hacia estribor, pasando
cerca de la Punta Hume y concluir la navegación de la Angostura Inglesa. Desde allí ya se observa el ancho y profundo
Canal Messier, abierto hacia el norte, que dejaremos al comienzo de la noche
habiendo pasado cerca del lugar donde las aguas del Baker -aquellas que podrían
ser recolectadas en una gran represa y dan que hablar por estos días- se unen a
las saladas aguas del océano.
El Golfo de Peñas o
más conocido como de “Penas” está tranquilo, sopla viento del noreste, de poca
intensidad, pero la ola que viene viajando desde miles de millas al oeste por
el “Pacífico” se hace sentir produciendo moderados balances en la nave.
Ya en las cercanías de
Cabo Raper, ubicado en la Península Tres Montes, se observa en las pantallas de
radar, una nave en sentido contrario, ellos van hacia el sureste para ingresar
a los canales de la Patagonia Austral. Es el “Evangelistas” ,que transporta camiones
y vehículos, como también algunos pasajeros extranjeros que se dirigen hacia
Puerto Natales para luego continuar su viaje hacia Torres del Paine.
Los camioneros,
pasajeros frecuentes en este buque que pretende ser la prolongación de la ruta
5 sur de nuestro país, constituyen el principal mercado de la compañía naviera
presente aquí. También cobra importancia su rol, en el hecho que ayuda a la
conectividad de los habitantes de Puerto Edén constituida mayormente por
pescadores y sus familias. Cada semana el Ro-Ro “Evangelistas” recala allí,
para descargar y embarcar las mercancías que permiten llevar adelante la vida
en esa lejana localidad patagónica, en una zona que antaño fuera poblada por
tribus de Alacalufes o Kaweskar.
Hoy es la mañana de nuestro
tercer día a bordo y el viento que había estado ausente, ahora sopla con fuerza
por la proa, provocando la disminución de la velocidad del barco en casi 3
nudos. La ola oceánica, de presencia permanente en estas latitudes, atenúa el
efecto de la marejada producida por el viento, de lo contrario, nuestro
desplazamiento sería más lento aún. La isla Inchemó, en la Bahía Anna Pink está a la vista y alrededor
del mediodía estaremos a su través, reanudando la navegación en aguas
protegidas y dando sentido a nuestra presencia a bordo. El cielo está cubierto
por nubes cargadas de agua, no obstante eso, nos encontramos en una zona del
país cuyo entorno es una maravilla brindando placer la observación del paisaje
y percibir el aroma de los bosques. Son los canales del Archipiélago de los Chonos
donde el “Pulluche”, “Chacabuco” y “Errázuriz” nos dan la bienvenida al
comienzo de una tarde gris y con chubascos ocasionales, pero que dejan ver las boscosas
montañas donde se pueden apreciar algunas cascadas que hacen contraste con el
color verde predominante.
Salmoneros por aquí y
allá están presentes en el área, haciendo lo propio para llevar a cabo el
trabajo de producción de los preciados escamados en lugares tan distantes como
son el mercado del Lejano Oriente, de Norteamérica y otros lugares del mundo.
La industria se ha extendido –en casi 25 años- por casi 350 millas, unos 650
kilómetros, sumadas a otras tantas cercanas a Puerto Natales y Punta Arenas llegando a producir más de 300.000
toneladas anuales, que ha significado posicionar al país en el 2do. lugar en el
mundo, después de Noruega.
Los centros de cultivo,
cuentan hoy con las bondades que ofrece la tecnología de las comunicaciones como son: la conexión a internet, televisión y
telefonía satelital. También las diversas fases de producción, han incorporado
sistemas computacionales para alimentar y llevar a cabo la tarea de desarrollo
de los peces, efectuando diversos controles por esa vía.
Por otro lado, toda la
industria de apoyo a esta gestión también está presente, observándose cada día
el desplazamiento de pequeñas naves que transportan todo tipo de insumos,
equipos, alimentos y personal técnico provenientes de Puerto Montt, Quellón y
Chacabuco. Dentro de todos los elementos que se transportan, están aquellos que
son objeto de cuidado preferencial, son los alevines, nuevos peces que habiendo
completado su período de crecimiento en agua dulce, ahora deberán continuar creciendo
en talla y peso en el mar, por uno o dos años más –dependiendo de las
exigencias de los compradores- para luego convertirse en “sashimi” u otra forma
de degustación entre los humanos.
Ya es la amanecida de
nuestro 4to. día a bordo, Puerto Aguirre y Caleta Andrade quedaron atrás. La
población ha crecido por esos lados y se debe a la actividad salmonera, que se
ha constituido en la mayor fuente de trabajo al sur de Puerto Montt y
prolongándose hasta el Estero Elefantes, cercano a la Laguna San Rafael.
Por la proa está el
Golfo Corcovado que se hará notar debido al frente de mal tiempo que hace lo
suyo desde Isla Mocha –Novena Región- hasta la Isla Guafo.
Esta no será la
ocasión de admirar las cumbres del Volcán Corcovado ni Yanteles, siempre
majestuosos y coronados de blanco.
La mañana avanza y
vemos por estribor algunas casas de Chaitén. Luego, cerca del mediodía
estaremos en el Canal Desertores para más tarde navegar el Golfo de Ancud. Al
momento de relatar esto, afuera sopla el viento con intensidad inusitada, es un
auténtico temporal donde su velocidad sobrepasa los 40 nudos. Mientras tanto, en
el mar abierto, las olas se elevan por los 11 metros según un aviso de la
autoridad marítima. Aquí dentro son de tan solo 3 metros de altura.
El Paso Queullín está
con sus aguas revueltas, la corriente hacia el norte lucha contra el viento que
procede desde el noreste, formando escarceos que hacen vibrar la nave cuya
hélice gira y gira sin que la velocidad sobrepase los 8 nudos. Después damos la
vuelta en Punta Redonda y Puerto Montt aparece mostrando sus luces ya que la
noche ha caído. El fondeadero está ahora próximo y este a su vez a solo 3,5
cables de la costa, vale decir, poco más de 600 metros y casi frente al centro
comercial construido hace pocos años en el puerto.
La Motonave “Corral”
ya ha está detenida en la rada del Seno Reloncaví, ha concluido su viaje sin
parar desde Bahía Blanca hasta aquí en casi 8 días de navegación.
Mañana atracará al
muelle, mientras eso sucede, nosotros ya estaremos camino a casa en Valparaíso
recordando por algunos momentos las vivencias de la recién terminada comisión
de pilotaje.
Jaime Barrientos
Proboste
Capitán de Alta
Mar
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